viernes, 17 de diciembre de 2010

APRUEBAN LEY DE LA VERGÜENZA CINEMATOGRAFICA EN EL PERÚ

Comunicado de la Unión de Cineastas Peruanos



APRUEBAN LEY DE LA VERGÜENZA CINEMATOGRAFICA EN EL PERÚ




El día de ayer, jueves 16 de diciembre de 2010, el Congreso del Perú aprobó el proyecto de ley denominado Ley PROCINE. Lo hizo violando su propio Reglamento, pasando por alto de manera grosera a la Comisión de Educación y Cultura, y con escaso debate, en el que gran parte de los congresistas revelaban un notorio desconocimiento del proyecto en discusión y del tema del cine. Ha sido una mayoría en el Congreso, conformada por miembros del APRA, el partido de gobierno, en alianza con los representantes del ex dictador Alberto Fujimori, principales promotores del proyecto, conjuntamente con otros sectores de la derecha tradicional, quienes sin mayor trámite dieron su voto a favor de una Ley de Cine digitada y promovida por las Majors.


La ley de “masificación” del cine aprobada es una vergüenza para el cine peruano y latinoamericano, rechazada por la gran mayoría de cineastas, técnicos, críticos y promotores culturales de todo el país, y que beneficia principalmente al negocio del cine norteamericano que domina más del 90% de la cartelera nacional. Se ha eliminado el 10% del impuesto municipal al valor de las entradas y se entrega un tercio del mismo, mediante un convenio voluntario y temporal administrado por las Majors, al Consejo Nacional de Cinematografía (CONACINE).


Con esto se completa la dominación de nuestra cinematografía por las empresas de Hollywood, quienes además de no pagar impuestos por el ingreso de sus copias de películas –beneficio conseguido por un lobbista, hoy en la cárcel–, transferirán a su matriz central 5 millones de dólares adicionales al año, según cifras actuales, continuando además su política de relegar y maltratar la presencia del cine nacional en las pantallas.



El fondo del 3.3% que se destinará a los cineastas será por un Convenio, voluntario y temporal, que los exhibidores y distribuidores aportarían “refrendado” (no controlado ni fiscalizado) por el Ministerio de Cultura (¿?). Es decir, nada garantiza que lo pagarán y mantendrán. El financiamiento principal de nuestra cinematografía se dejará en manos de las transnacionales de la distribución y exhibición, hecho inaudito y a contracorriente de toda legislación cinematográfica que busca más bien defender la producción nacional frente a la continua agresión y dominación de las trasnacionales.



Es tan sólo un pequeño grupo vergonzante de cineastas agrupados en la Asociación de Productores Cinematográficos del Perú (APCP), encabezados por Alberto Durant, Francisco Lombardi, Augusto Tamayo y Gustavo Sánchez, los que han dado su apoyo a este proyecto con el argumento de que “hay que ser pragmáticos y realistas". Antes que procurar la unidad del gremio, prefirieron someterse a los distribuidores por tan sólo promesas y en un afán típicamente mercantilista y coyuntural han puesto a la venta nuestra dignidad como peruanos y como cineastas.


Y, como siempre, el emergente cine que se hace en las diferentes regiones del Perú, con gran esfuerzo por el agudo centralismo, seguirá siendo postergado, porque la legislación plantea que apenas el 3% del fondo a crearse sea destinado a esta cinematografía. Seguirán a la cola de los fondos que administra CONACINE, cuya política exclusivista, en pro de un pequeño grupo de productores, es cada vez mayor.



Asimismo, la creación de un régimen especial laboral de producción cinematográfica profundiza el actual sistema de explotación de los trabajadores, restándoles profesionalismo y desincentivando el oficio cinematográfico, deteriorando la realización fílmica en un mundo cada más riguroso y competitivo.



Nuestra cinematografía no es tan sólo una actividad productiva que, como tal, necesita de recursos financieros para funcionar. Es, asimismo y principalmente cultura, esa actividad que nos permite recuperar nuestra verdadera dimensión humana, permanentemente amenazada por el poder de las transnacionales.



Una vez más, hoy reclamamos la solidaridad de los cineastas de todas las latitudes a fin de detener esta avanzada imperial que sembraría un nefasto precedente en la cinematografía latinoamericana y mundial.



Unión de Cineastas Peruanos (UCP)



Christian Wiener Fresco – Presidente

Francisco Adrianzén Merino – Vicepresidente



Lima, 17 de diciembre del 2010